¡Oaxaca 2019!

Ver otra cultura en persona es realmente algo que no se puede reemplazar al aprender sobre ello en un aula. Incluso las interacciones simples como ordenar comida o pedir un precio en español se sentían mucho más inmersivas que usar el español en los Estados Unidos, aunque las oraciones eran mucho más simples de lo que solemos usar en clase. No solo eso, sino también ver cuán diferentes son las vidas de las personas en México, especialmente las personas que viven en los pueblos más pequeños realmente ponen en contexto mi propio privilegio y las diferencias en lo que valoro en comparación con lo que hacen. Hay un gran énfasis en la familia y la cultura y la preservación de la historia y la tradición, que es algo en lo que no pienso mucho en mi vida diaria. Esta experiencia solo me ha dado ganas de viajar más y también me ha hecho reflexionar un poco sobre la forma en que vivo mi vida aquí en los Estados Unidos. Creo que estaría mejor si incorporara algunos valores, sabores y cultura de O

Siendo en Oaxaca es una experiencia muy diferente de aprender de Oaxaca en los Estados Unidos. Cuando solo estoy de pie en las calles, puedo percibir las diferencias de aquí y allí. Los sonidos del tráfico y el español, los edificios muy coloridos, el calor- hasta la lluvia siente diferente aquí. Aprendí mucho en la clase en los Estados Unidos (aunque desearía haber practicado hablar más antes de venir), pero es necesario de viajar al país para entender los costumbres, la comida y la cocina, y la vida diaria de las personas oaxaqueñas. He aprendido mucho en esta semana, incluso como cocinar comida oaxaqueña, como las artesanas de los pueblos trabajan, y como comunicarse en situaciones básicas, y tengo un aprecio más profundo para los ciudadanos y su cultura.

¡Qué fascinante es Oaxaca! ¡Me encanta mucho! He visto mucho- edificios coloridos, iglesias muy hermosas, plantas y animales locales, y tantos personas. Hasta ahora, he sido a La Salle, el Museo de las Culturas Oaxaqueñas, la Iglesia de Santo Domingo, y el Zócalo, además de muchos restaurantes y calles. Me gusta mucho la historia en el museo, pero mis lugares favoritos hasta ahora son la iglesia y el Zócalo. La iglesia casi me hizo llorar porque es tan maravillosa, y hay tanta vida y cultura en el Zócalo. La música, la comida, los vendedores- todas de las vistas, los sonidos, y los aromas son diferentes y bonitas. ¡Ya no quiero salir! ¡Gracias a la Universidad La Salle Oaxaca para su hospitalidad!  ¡Un perro amable que siguió a nos durante nuestro paseo!    El exterior de la Iglesia de Santo Domingo y el museo. El interior de la Iglesia, que casi me hizo llorar- ¡mira que hermosa! Uno de muchos fotos saqué del interior del museo.